martes, 27 de diciembre de 2011

QUE ENTREN O SALGAN

Nunca te duermas sin un sueño,
ni te levantes sin un motivo, 
tampoco vivas por nadie que no este dispuesto a vivir por ti, 
recuerda que ningún día se parece a otro y que nadie se parece a ti... 
que sólo hay una persona capaz de hacerte felíz para toda la vida,
y esa persona eres tú mismo... 
Si hay gente que quiere entrar en tu vida, que entre!!! 
Si hay gente que quiere salir de ella, que salga!!!... 
Pero que " NO SE QUEDEN" en la puerta,
porque molestan 
a los que quieren entrar.

jueves, 17 de noviembre de 2011

NADIE ES IMPRESCINDIBLE

Nadie es imprescindible, ni siquiera uno mismo.Todo sigue, pero nada perdura.Todo tiene un principio y un final y, en mitad del camino, entre el principio y el fin, multitud de oportunidades, multitud de atajos, de tormentas, de amaneceres, de penumbras y de luz.

Nadie es imprescindible. El mundo no se detiene porque faltes tú o falte yo. La vida sigue, a pesar de los pesares, aunque nos falten personas que un día estuvieron a nuestro lado, aunque nos decepcionen con actitudes, aunque nos parezca que ya no se puede aguantar más. Sólo la muerte nos puede detener en el avance de nuestros días. Y, siempre, por increible que parezca, el reloj sigue girando, aunque yo no esté, aunque tú no estés, nos guste o no.

Entiendo el camino como un suceder de acontecimientos y, cada día que pasa me sorprendo más con todo....con la gente que se cruza en mi vida por azar, sin motivo alguno, con la que desaparece de ella, con los que se mantienen, a pesar de todo.

Me sorprendo ante un gesto entrañable de cariño, ante una mirada serena, ante una sonrisa sanadora. me sorprendo del poder curativo de las palabras y de los silencios al sentirnos amados, queridos, escuchados y entendidos.

Me sorprendo de lo maravilloso que es sentir la piel de gallina al escuchar una canción, o el bombear de mi corazón al acabar una excursón...o de respirar el aire fresco de la noche cuando salgo en silencio, mientras la gente, encerrada en su casa, sigue con su vida ajenos a mi mundo.

Me sorprendo con la fragilidad del ser humano, que en su últimos momentos, sólo reconoce el valor del corazón, de los sentimientos. Sólo eso perdura más allá de lo días, de las penas, del dolor, de las pérdidas...Nos guía lo que sentimos, lo que amamos, lo que añoramos, lo que nos hace felices y lo que nos pone tristes. Hay personas que viven su vida sabiendo eso y otras que lo descubren cuando ya es demasiado tarde.

Nadie es imprescindible, ni tú, ni yo y, vivir, sabiendo eso no es fácil porque sabes que hoy estás y mañana puede que no, que hoy ríes y mañana puedes llorar, que la vida te golpea cuando menos te lo esperas y sabes, en tu interior, que lo tendrás que aguantar, soportar y vencer. lo único imprescindible en tu vida son las ganas que pongas en seguir adelante, a pesar de los tropiezos, de los problemas, de las dudas, de los miedos, de los errores, de las preguntas sin respuestas, de las enfermedades del alma...En esta vida es necesario luchar, no vale abandonar, aunque sabes que lo fácil es dejarse llevar, rendirse, caer....

Vivir no es fácil, nunca lo fué, porque vivir es sentir, es llenar tu mundo de sentimientos, es ocupar tu mente con pensamientos, es querer y amar hasta el infinito y para poder vivir debes amarte a tí. Tú eres tu único ser imprescindible. Tú, sin tú "yo", no eres nada, acaso una sombra de lo que fuiste, una marioneta movida por los hilos del destino, sin saber hacia donde va, una nube pasajera en un cielo azul o una hoja arrastrada por la corriente del río.

Sé que soy yo, que existo, que vivo sintiendo, aprendiendo y sorprendiéndome a cada minuto, pero tambien sé que no soy imprescindible. Lo que siento, lo que soy, lo que entrego, lo que doy, sólo eso perdurará más allá de mi presencia.

Y la vida sigue, rápida, veloz, se nos escapa de las manos con cada segundo vivido, con cada ilusión, con cada sonrisa que damos...ahí sigue la vida.

sábado, 29 de octubre de 2011

EL ELEFANTE ENCADENADO


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Cuando era chico me encantaba el circo, y lo que más me gustaba eran los animales. A mí como a otros, también me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía que, ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, padre o tío por el misterio del elefante. 

Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: -¿Si está amaestrado, por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y solo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.Hace algunos años descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y traté de imaginarme al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. A pesar de todo su esfuerzo no pudo.

La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía... Hasta que un día, un terrible día en su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.Este elefante, enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede. El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar ese registro de la memoria. Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...Muchos de nosotros, al igual que ese elefante, vamos por el mundo atados a muchas estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que hay muchas cosas que "no podemos" hacer simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo: no puedo... no puedo y nunca podré.

Crecimos portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.¿Cual es la estaca en tu vida que te ata e impide lograr tus sueños, metas y anhelos? Recuerda, la única manera de lograr algo es intentándolo otra vez poniendo en el intento todo tu corazón. Y nunca olvides que cuando la marcha se pone difícil, solo los tenaces se ponen en marcha.